Elvis Presley sigue siendo inmortal para sus fans, a 40 años de su muerte
Miles de peregrinos llegan cada día a la tumba de Elvis Presley, a veces
en silencio o aguantando las lágrimas, donde se toman un momento para
reflexionar, hacerse una foto o rezar. Más de 600.000 fanáticos visitan cada año el Meditation
Garden, donde el Rey del rock and roll se encuentra enterrado en su casa
de Graceland, en Memphis, Estados Unidos.
Allí rinden tributo al ícono de la cultura pop, el alguna
vez rebelde "sex symbol" devenido en un artista familiar, sobre quien
John Lennon dijo: "Antes de Elvis no había nada".
Tras su pérdida se engrandeció el ídolo
El 16 de agosto de 1977, Elvis Presley fue hallado
inconsciente en su mansión de Memphis (Tennessee). Su muerte fue
constatada en el hospital: el rock acababa de perder a su primera
estrella. El "King" quedó fulminado por un ataque cardíaco a los 42
años. Los rumores hablaban de sobredosis y uno de sus guardaespaldas
describió a un Elvis "drogado y paranoico", en una entrevista grabada
pocas horas antes de su muerte.
Cuarenta años después de su trágica muerte a los 42 años,
ofrendas florales de todas partes del mundo rodean su tumba, y anoche
decenas de miles de fans, encendieron velas en la vigilia con que cada
año se conmemora el aniversario de su fallecimiento.
Lisa Bseiso es una de los asistentes. Ella asegura haber
tenido un "encuentro muy espiritual y profundo" con el espíritu de
Presley la primera vez que visitó Graceland con su esposo, en agosto de
2014. "Él estaba sentado en una silla", recuerda esta mujer de 36
años, de padre palestino y madre colombiana, pero nacida y criada en
Catar. "Salían lágrimas de sus ojos y dijo: 'No me olvides, difunde mi
legado en tu parte del mundo", asegura. Entonces, volvió a casa y fundó el Club Oficial de Elvis Presley en Catar, que ahora planea expandir a Dubái, Bahréin y Kuwait.
'Regalo de Dios'
"Él es un regalo de Dios para todos nosotros", dice Bseiso a
la AFP en Graceland, donde se encuentra de visita con su esposo
palestino-jordano, su madre y algunos amigos. "Dios se lo llevó de vuelta a casa, pero él aún está aquí", asegura. Fan de toda la vida, esta mujer asegura que escuchar la
música de Elvis le ayudó a recuperarse de un accidente de carro que la
dejó en coma por dos semanas en 1999.
La idea de que el espíritu de Presley sigue vivo es crucial
para sus fanáticos, de todas las edades y nacionalidades, quienes
encuentran su música reconfortante en momentos difíciles, se conmueven
con su historia de niño pobre devenido en estrella millonaria y también
con su legendaria generosidad.
Presley es mucho más que una celebridad, que un chico de
póster que logró el sueño americano y también más que un hombre cuyo
físico encajaba en la definición griega de belleza clásica, dice el
escritor británico Ted Harrison. "El Elvis que hoy se conoce no es el Elvis real, sino una
figura mitológica con la que millones se pueden relacionar, cada uno a
su modo", asegura el autor de "The Death and Resurrection of Elvis
Presley" (La muerte y resurrección de Elvis Presley).
"Para algunos fanáticos, él también viene a llenar un vacío
espiritual y religioso en la sociedad secular moderna. Se le ha dado un
estatus semidivino y casi mesiánico, y frecuentemente se escuchan
historias místicas sobre su vida", explica. Miles de personas tienen santuarios de Elvis en sus casas,
consideran las visitas a Graceland como una peregrinación, escriben
rezos en las paredes y algunos incluso llegan al punto de confundirlo
con Jesús, dice Harrison.
"Dios lo marcó"
Bseiso no eleva a Presley al estatus de profeta o figura
bíblica, pero asegura que escuchó de él un llamado y busca difundir su
música y desafiar estereotipos en la sociedad árabe. "Creo que cuando él nació Dios lo marcó para ser capaz de
influenciar y tocar a la gente", asegura. "Su música te habla... tiene
un significado espiritual en sus letras".
A 10 minutos de Graceland, un guía de "Sun Studio" le dice a
los seguidores del ídolo pop que están en territorio "sagrado y
santificado" cuando llegan al sótano donde Presley grabó su primera
canción, "That's All Right", en 1954. Fanáticos extasiados se empujan para pararse en el punto
exacto donde él se paró y canturrean en el micrófono que él utilizó,
mientras toman fotos y se estremecen de emoción.
Fanáticos emocionados
"Es el cielo", suspira Daniela Soto-Cuadra, una abogada
chilena de 42 años y madre de dos hijos, que se casará en Graceland con
un hombre con el que ha estado saliendo solo por un mes.
"Se me puso la piel de gallina", dice a su vez Tessa Bruns,
una anestesista de 40 años llegada de Wisconsin y que reboza de
felicidad bajo su gorra de béisbol.
"Siendo una persona de algún modo religiosa y católica
(...), yo diría que Elvis es una religión: el blues, el ritmo, su
legado", asegura.
Pero ¿qué le hubiese dicho Bruns a Presley de haberle
conocido en persona? "Le hubiese dicho que venero el piso sobre el que
camina".
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